UN MISTERIO DE LA GENÉTICA
Nature Communications
NUEVAS PRUEBAS
La zona, conocida entre los lugareños como el "lago del misterio", es un lugar de paso de la peregrinación Nanda Devi Raj Jat. El lago fue objeto de un nuevo estudio en 2004 para analizar muchos de los cráneos que se encontraron en aquel extraño cementerio. Durante el estudio se encontraron unos extraños impactos que los investigadores relacionaron con el granizo y se extendió la idea de que seguramente toda aquella gente había muerto debido al frío, el cual también había ayudado a conservar los cuerpos hasta el punto que se llegó a encontrar una momia casi intacta. El estudio de ADN reveló que los huesos hallados pertenecían a personas de dos tribus diferentes, pero que estaban emparentadas. Sin embargo, el enigma del lago ha continuado hasta nuestros días.
Durante en estudio se encontraron unos extraños impactos que los investigadores relacionaron con el granizo y se extendió la idea de que seguramente toda aquella gente había muerto debido al frío.
Ahora, un nuevo análisis realizado a 38 esqueletos recogidos alrededor de la laguna ofrece nueva información y amplía aún más el misterio. Un equipo internacional liderado por el genetista norteamericano David Reich, de la Universidad de Harvard, y Niraj Rai, del Instituto de Paleociéncias Birbal Sahni, en Lucknow (India) realizó varios análisis que separaron a aquellos individuos en tres grupos. Sorprendentemente, frente a lo que se creía hasta ahora, muchos de los que allí yacían jamás se conocieron, sino que murieron con varios siglos de diferencia, concretamente alrededor de diez. Probablemente estos individuos procedían de regiones separadas por miles de kilómetros y, según revela el estudio (que se publicó en agosto de 2019 en la revista Nature Communications), no murieron a causa de ninguna catástrofe.
Himadri Sinha Roy Los humanos se asentaron en la meseta del Tíbet hace más de 7.400 años DE ORIGEN DESCONOCIDO El primer grupo de individuos está compuesto por 23 personas con ascendencia relacionada con poblaciones actuales de la India que derivan de muchos grupos diferentes y vivieron hacia el año 800 d.C. El segundo grupo de personas (concretamente 14) fallecieron en el siglo XIX, y la genética indica que sus parientes más cercanos viven hoy en el Mediterráneo oriental, más concretamente en Grecia y Creta. Pero ¿qué hacían hace dos siglos 14 viajeros de la parte mediterránea del Imperio otomano en una laguna del Himalaya a más de 5.000 metros de altura? Se podría pensar que los restos de aquellos extranjeros pudieran ser los de los descendientes de los soldados que conquistaron la región varios siglos antes junto con Alejandro Magno, pero su análisis de ADN no registra las mezclas genéticas que se deberían haber producido durante más de un milenio en la India.
Y, por último, en el tercer grupo, sólo hay un individuo con ascendencia del sudeste asiático, que también vivió en el siglo XIX. ¿Qué hacían hace dos siglos 14 viajeros de la parte mediterránea del Imperio otomano en una laguna himalaya a mas de 5.000 metros de altura? Según Ayushi Nayak, del Instituto Max Planck para la Ciencia de la Historia Humana, la reconstrucción de los isótopos estables encontrados en los esqueletos permite conocer más sobre la dieta y el hábitat de cada una de estas personas, y también corrobora la presencia de múltiples grupos diferenciados, ya que los huesos pertenecientes a individuos relacionados con la India evidencian dietas muy variadas, lo que sugiere que pertenecían a diferentes grupos socioeconómicos del sur de Asia. Por contra, los individuos con ascendencia mediterránea parecen haber consumido una dieta con muy poco mijo, un cereal originario de India. El viaje por motivos religiosos parece, según los investigadores, otra explicación plausible: "La práctica de peregrinajes a lagos así, o incluso a valles o picos montañosos de la región, h
a sido frecuente desde hace siglos, así que consideramos que es el modo más probable en el que los restos acabaron depositados allí". Sin embargo, a pesar de haber una gran cantidad de lagos similares al Roopkund, con una gran significación religiosa, en el Himalaya, no se conoce otro en el que se hallan encontrado restos humanos esparcidos a su alrededor. Nature Communications Alexandra David-Néel, la primera mujer occidental en el Tíbet SIGUE EL MISTERIO Otro dato interesante es la similar proporción entre hombres, 23, y mujeres, 15, entre los esqueletos. Esto haría improbable la hipótesis de que se tratase de los restos de miembros de expediciones militares. Además, las secuencias genéticas de los esqueletos revelaron que no se trataba de parientes cercanos, de tercer grado o más próximo, rechazando de esta manera la idea de que los esqueletos pudieran pertenecer a grupos familiares. Por el momento, pese a la gran cantidad de información que ha proporcionado el estudio de los restos de la laguna Roopkund, parece que ésta no va a perder un ápice de su misterio. Los esqueletos hallados revelaron que no se trataba de parientes cercanos, de tercer grado o más próximo, rechazando de esta manera la idea de que los esqueletos pudieran pertenecer a grupos familiares. Niraj Rai, uno de los aut
ores del estudio, muestra su asombro ante el hecho de que "tantos individuos hayan viajado hasta este lago teniendo en cuenta que llegar allí es muy arriesgado y requiere tres días de ascenso. Estamos sorprendidos por ver tanta actividad humana, pero nuestros estudios no pueden responder a la pregunta de por qué fueron allí", concluye. Sin embargo el autor también muestra su escepticismo acerca de que los esqueletos cuyos descendientes encontramos en el Mediterráneo actual acudieran allí por motivos de ocio o para vivir una aventura: "Hasta hace diez o quince años no había actividad turística en este lago, pero no podemos rechazar completamente esta interpretación".
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