Anfiteatro de Tarraco
Durante la época romana, en este recinto con capacidad para unos 14.000 espectadores, se realizaban desde lucha de gladiadores y fieras hasta ejecuciones públicas y en la actualidad se conserva una parte de las gradas de piedra que rodean la arena y que se pueden observar desde el Parque del Anfiteatro. También se puede acceder al interior para ver las bóvedas y los restos de la iglesia de Santa María del Miracle del siglo XII.
Circo Romano
Otra de las mejores cosas que hacer en Tarragona es visitar el Circo, que junto al anfiteatro, son las dos principales construcciones del Imperio Romano de la ciudad. Este recinto del siglo I d.C. con capacidad para más de 25000 personas, es uno de los mejores conservados de Europa y se utilizaba para las carreras de carros y a día de hoy todavía se puede ver una parte de las gradas y tres de las bóvedas interiores, de las que una de ellas te llevará hasta el Pretorio, una torre romana que facilitaba el acceso por unas escaleras al Foro Provincial.
Catedral de Tarragona
Subiendo por la Calle Mayor, llena de tiendas de todo tipo, llegarás a la plaza Pla de la Seu donde se encuentra otros de los lugares más importantes que ver en Tarragona, la Catedral de Santa Tecla construida en 1171 en estilo románico que pasó después a estilo gótico, hasta consagrarse en 1331, se construyó sobre el antiguo templo del emperador Augusto, del que todavía se puede ver algún resto en la zona del claustro.
Plaza del Forúm
La Plaza del Forúm, situada en el antiguo Foro Provincial de la época romana, es otro de los lugares que visitar en Tarragona con más historia. El Foro Romano de la ciudad ocupaba un espacio de 300 metros de largo y 200 de ancho y estaba rodeado de pórticos de los que puedes ver un trozo en el centro de esta plaza.
Rambla Nova
Pasear por la Rambla Nova, la calle más famosa de la ciudad, es otra de las mejores cosas que hacer en Tarragona. Un buen recorrido empieza en el Balcó del Mediterrani, un mirador situado a 40 metros de altura y con unas vistas increíbles del Mar Mediterráneo, el Puerto y el Anfiteatro. Desde este mirador también puedes ver la playa del Miracle, perfecta para andar o practicar deporte por su Paseo Marítimo y tomarte un baño en los días de calor.
Plaza del Pallol
Otra de las plazas más interesantes que ver en Tarragona, que tiene restos arqueológicos del Foro Provincial del siglo I d. C., es la Plaza del Pallol. Aquí podrás ver restos de una puerta y una bóveda y las pilastras del Antiguo Beaterio, mientras que en el edificio de la Antigua Audiencia se encuentra trozos de la torre suroccidental con puertas y escalinatas.
El Serrallo
El antiguo barrio de pescadores del Serrallo es otro de los lugares con más encanto que visitar en Tarragona. Situado junto al puerto en el que atracan desde barcas de pescadores a grandes yates de lujo, en este barrio verás edificios de fachadas de colores, calles estrechas y restaurantes de pescado y arroz, como el emblemático Pòsit del Serrallo.
Murallas de Tarragona
Recorrer el Paseo Arqueológico, de poco más de un kilómetro junto a la antigua muralla de Tarraco del siglo II a. C., es otra de las mejores cosas que hacer en Tarragona. Esta muralla es la construcción romana más antigua fuera de Italia y llegó a alcanzar los 3500 metros de longitud siendo sus paredes reforzadas durante los siglos XVI y XVII para soportar los ataques con armas más modernas y proteger mejor la ciudad.
Plaza de la Font
La Plaza de la Font, situada entre la Rambla Nova y el casco antiguo, es la más popular que ver en Tarragona. Construida sobre una gran parte del antiguo circo romano esta plaza tiene en uno de los laterales el edificio del Ayuntamiento, de estilo neoclásico. Además de tomar algo o comer en alguno de sus restaurantes con terraza, esta plaza alargada es perfecta para dejar el coche en su parking subterráneo y empezar a recorrer la ciudad.
Acueducto de Les Ferreres
El Acueducto de Les Ferreres o Pont del Diable, situado a 3 kilómetros del centro, es otro de los lugares que visitar en Tarragona más imprescindibles. Aunque esta construcción es solo un trozo del acueducto del siglo I a. C. que llevaba agua desde el río Francolí a la ciudad romana de Tarraco, este tramo está perfectamente conservado y se pueden ver dos niveles de arcos superpuestos que alcanzan una altura máxima de 27 metros.
Comments