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Es muy fácil sentirse pequeño en la Playa de las Catedrales. Situada en la costa de la provincia de Lugo, estos acantilados de más de 32 metros de altura que el viento y el mar han esculpido a lo largo de los siglos son uno de los lugares más mágicos de España, un espectáculo digno de verse… y de disfrutarse. Espera a que baje la marea y pasea entre sus arcos y bóvedas enormes. Casi parece que fueron tallados por los gigantes, ¿verdad? En cuanto suba la marea no os perdáis el espectáculo de disfrutarlos desde los miradores.

Imagina un bosque tan frondoso que podría aparecer un hada o un gnomo (incluso un hobbit) en cualquier momento… Pinta el suelo de rojo sangre y el cielo de mil tonos de verde i ocre y tienes la Selva de Irati. El segundo hayedo y bosque de abedules más grande y mejor conservado de Europa (después de la Selva Negra alemana) vale la pena. El entorno es casi virgen y es perfecto para desconectar, hacer fotos, hacer senderismo y disfrutar de un paisaje tan único que no te creerás que uno de los lugares más mágicos de España esté tan cerca.

Si eres un amante de los rincones escondidos, este monasterio te va a encantar. En realidad, la belleza de este sitio no es tanto su monasterio, sino su entorno natural. Esta edificación se encuentra como encrustada en la ladera de una montaña y dispone de unas vistas espectaculares. Tal como comentamos, lo que realmente hace especial a este lugar, es el paraje donde se encuentra. En tu visita, tendrás acceso a varias cuevas y podrás fotografiar un gran salto de agua desde detrás, sí, desde la parte trasera, ya que podrás recorrer un camino que pasa justo por detrás de la cascada. ¡Impresionante! El Monasterio de San Miguel del Fai, se encuentra en la provincia de Barcelona, y para llegar allí tendrás que recorrer una carretera serpenteante. Lo bueno es que tienen un gran parking habilitado justo al lado. Dentro del recinto podrás comprar comida y bebida. Más en www.travelzen.info

Paisajes lunares, tierras y aguas rojas tan intensas que parecerá que estés en Marte. Pero no, no hace falta salir fuera de la Tierra para descubrir un lugar como este. Las minas de Riotinto son uno de los lugares más curiosos de la geografía española y te dejarán boquiabierto. Aquí el paisaje ha sido trabajado y modificado por la mano del hombre desde la Edad del Cobre, cuando se empezó a explotar… Y de ahí hasta la actualidad. Si te atreves a pisar este lugar surrealista no te dejará indiferente.

Estados Unidos, México o Irlanda tienen fuertes tradiciones Hoy en día Halloween es una fiesta que se celebra en muchos países, pero no en todos de la misma manera. Dentro de un mundo cada vez más globalizado todos terminaremos festejando Halloween como una fiesta equiparable a Navidad, y sino, he aquí un ejemplo. Cada año que pasa más gente termina disfrazándose, dando sustos o invocando a los espíritus del más allá. En Estados Unidos dependiendo de la edad que se tenga el día de las brujas se celebra de forma distinta. Los pequeños de la casa se pasan un tiempo probándote distintos disfraces con su madre, puede que incluso el definitivo lo confeccione ella misma. En el colegio tallará su calabaza y preparará otra en casa para recoger los caramelos que los vecinos le darán después de hacer la típica pregunta: 'Treat or trick?' (truco o trato en castellano). Pero si es un adolescente la cosa cambia, ya no tiene tanto interés en ir casa por casa llamando al timbre recogiendo caramelos. Ahora lo que te importa es poder pasar una noche con los amigos, disfrazados, charlando y viendo pases de películas de terror para que, en uno de los sustos pueda recibir su primer abrazo o incluso, fruto de los nervios, el primer beso. Muy distinto es el de los adultos, ellos organizan grandes fiestas en casa, con espectaculares disfraces y comiendo diferentes platos ambientados en esta terrorífica noche. 10 canciones para un Halloween aterradoramente musical. En México, no tiene nada que ver con lo anterior. Ellos pasan el día en familia, recordando a los seres queridos que ya no están de una forma peculiar. Colocan una especie de altar con todo aquello que esa persona amaba y que le representa, tanto es lo que se recuerda en México a los seres fallecidos, que pasan la jornada hablando y recordando lo bueno que hacía, aquello que le gustaba y que siempre recuerdan de el o ella. Igual suena raro que en un país vecino como es Francia Halloween sea una de las fiestas internacionales que más ha calado. Tanto que las casas se decoran como en Estados Unidos, las tiendas engalanan los escaparates bien temprano de telarañas, calabazas y calaveras. Los pequeños franceses también han acogido el ritual de pasar por las casas pidiendo caramelos bajo la misma pregunta que los estadounidenses. Halloween tiene origen celta, por ello, Irlanda no se queda atrás en la celebración de este día y es uno de los países que más dedica a la noche de brujas. Tienen incluso platos típicos de este día como el 'Colcannon', una cena típica de ese día que consiste en patata hervida, col y cebolla cruda o el pastel 'Barnbrack'. Además, uno de los rituales típicos de los irlandeses en este día es colocar una hoja de 'Ivy' en el fondo de una taza, dejarla durante toda la noche y observar si por la mañana se ha secado. De no ser así, la leyenda dice que esa persona tendrá buena salud durante todo el año. En España, los españoles cada vez más festejan este día disfrazándose, compartiendo la noche con los amigos y viendo cómo los escaparates de algunas las tiendas se tiñen de colores oscuros y naranja. Lo que no ha calado aún es el ir casa por casa a recoger caramelos. Y es que por mucho que Hollywood lo haya intentado, en España aún no se ha implantado del todo esta tradición de decorar las casas con telarañas o hacer tour por las diferentes casas pidiendo caramelos. Pero la psicóloga Silvia Olmedo tiene claro que no muy tarde veremos esta práctica como algo habitual, ya que "puede que dentro de unos años sea normal disfrazarnos terroríficamente y poner un altar con el fin de revivir y celebrar el recuerdo de aquellos seres queridos [...] ¿suena raro? Pues dime, en Navidad ¿eres de Papa Noel o de Reyes Magos? ¿de nacimiento o de árbol de navidad?. Lo que vives en tu niñez se vuelven tus tradiciones, y esas extrañas costumbres extranjeras a las que nos resistimos hoy, serán entrañables para nuestros nietos" Sin embargo, y aunque muchos piensen que Halloween es una fiesta que nació en Estados Unidos no fue así, ellos la acogieron de los emigrantes irlandeses que llegaron a Estados Unidos. Inicialmente eran muy reticentes a esta celebración, ya que "se creía que la noche del 31 de octubre los espíritus de los muertos volvían al mundo de los vivos" y con el fin de ahuyentarlos, los irlandeses "se disfrazaban como ellos para asustarlos" afirma Olmedo. Esta práctica no fue bien acogida de primeras entre los estadounidenses pero con el paso de las generaciones Halloween ha llegado a ser una de las fiestas más populares e internacionales de EEUU. 19 maneras de celebrar Halloween en España Si preguntas a cualquier niño que te encuentres por la calle, te dirá que la de hoy es la noche más tenebrosa del año. Hollywood se ha coronado como el mejor canal posible a la hora de insuflar al resto de la humanidad las costumbres y las tradiciones de Estados Unidos hasta el punto de olvidar las propias. Que, por si a algún lector se le han olvidado, las tenemos. Y muy variadas y muy antiguas. Además de visitar los cementerios mañana día de Todos los Santos o pasado, el propio Día de Difuntos, hay vida más allá de los huesitos de santo en familia, de colocar flores nuevas en los nichos y de dejar los mármoles de las lápidas como una patena hasta el año que viene. En cada rincón de España hemos encontrado una costumbre peculiar en torno a esta fiesta que, a priori, nos parece eminentemente religiosa. Sin embargo, en muchos lugares, las ceremonias paganas siguen practicándose -o se han recuperado- con el paso de los siglos. Cuando acabes de leer seguro que te llevas alguna sorpresa: ¿qué fue primero la calabaza o Halloween? Galicia: O Samaín Herencia de los celtas, esta celebración se ha recuperado en las últimas dos décadas gracias a la labor de entidades culturales de toda la comunidad -especialmente del pueblo coruñés de Cedeira-, hasta el punto de que está consiguiendo hacerle sombra al mismísimo Halloween. Algo que, por otro lado, no es de extrañar. Porque el Samaín, amigos, es la fiesta que los irlandeses llevaron a EE.UU. y que derivó en el ‘truco o trato’. Cuenta la leyenda que esta noche desaparece el límite entre el mundo de los vivos y el de los muertos, así que hay que colocar calabazas con velas en las puertas y ventanas de las casas para ahuyentar a los malos espíritus. También era una forma de celebrar el fin del verano y, por tanto, de la época de cosechas. No falta la música,los desfiles, los disfraces, los cuentos ni tampoco las castañas asadas. Asturias: El Amagüestu de Difuntos En época de cosecha de castañas y de manzanas, los asturianos celebran durante los meses de octubre y noviembre alardes gastronómicos de castañas asadas y sidra dulce, amenizados con música tradicional. Este Amagüestu cobra especial importancia en vísperas de Difuntos. La tradición manda que la familia recoja las castañas y se sienten alrededor del fuego a comerlas. Lo que sobra lo tirarán a la lumbre al grito de: “esto ye pa que coman los difuntos”. Después llega la llamada Ronda de las Ánimas Benditas, que consiste en hacer una oración por los difuntos de la familia. Cantabria: El Samuín Al igual que en Galicia, la tradición cántabra está ligada al Samaín celta. No faltan las grandes hogueras (conjuros), el desfile de la Güeste (un cortejo de almas en pena), las Guajonas (viejas con un solo diente que chupan la sangre de los niños), las Verrugonas (calabazas iluminadas) o las Magostas, degustaciones de castañas y sidra. Así, dan las gracias por las cosechas, despiden el verano y celebran espiritualmente el tránsito entre la vida y la muerte. Es también una fiesta familiar y comunitaria de la que disfrutan mucho los más pequeños de las casas vaciando y tallando sus verrugonas, un tipo de calabaza con la que se alimentaba al ganado. País Vasco: Gaztanerre Eguna No hay fiesta vasca que se precie sin su parte gastronómica y Difuntos se festeja con castañas asadas, caracoles en salsa y motokil (una masa típica a base de harina de maíz). Se trata de una tradición muy arraigada, sobre todo en Eibar, Ermua o Soraluze. Antiguamente solo los hombres podían participar con sus cuadrillas, pero la fiesta se ha abierto e incluso se hace en restaurantes y bares. Nada como honrar a los difuntos con el estómago lleno y en compañía de la gente a la que aprecias. La Rioja: Día de las Calaveras Es una tradición que también bebe del Samaín celta. Los más pequeños vacían calabazas y las tallan en forma de calavera, poniendo en su interior una vela encendida. Luego recorren los pueblos pidiendo dulces y cantando alguna canción. No hay que olvidar que el día 1 de noviembre, Logroño celebra además su famoso Mercado de las Flores de Todos los Santos. Aragón: Noche de las Ánimas Tradicionalmente, en los pueblos aragoneses el 1 de noviembre se hacía un pasillo de calabazas iluminadas hacia el cementerio para guiar a las almas atrapadas en el mundo de los vivos. En el Alto Aragón, localidades como Radiquero y Graus, siguen haciendo reuniones para contar historias misteriosas y tallarlas. Cataluña: La Castanyada La castaña vuelve a protagonizar otra fiesta popular española, que también se celebra en Aragón, Valencia o Baleares, y que tradicionalmente se hacía por el día de Todos los Santos. Proviene de una antigua fiesta ritual funeraria vinculada con cultos pagano. Se toman las castañas acompañadas de panellets (dulce típico a base de mazapán y piñones), boniatos, fruta y vino moscatel. Algunos estudios también sitúan el origen de la fiesta en el siglo XVIII y sería una bienvenida al otoño. Las familias se reunían a comer en torno a una mesa. Hay dos figuras muy relacionadas con esta celebración: la de los campaners (que comían muchas castañas y dulces para tener energías y tocar las campanas durante toda la noche en memoria de los difuntos) y la de la castanyera (mujer mayor que vendía las castañas asadas envueltas en papel de periódico). Comunidad Valenciana: La Feria En Alicante se celebra la Feria de Todos los Santos de Cocentaina, la segunda más antigua de España. Nació en 1346 como un mercado comarcal y agrícola para seguir siendo una tradición de obligada visita por estas fechas. Antes o después de visitar el cementerio se pasa por allí para comprar y disfrutar del ambiente. Baleares: Sa trencada y Bunyols >Mientras que en Ibiza y Formentera la costumbre mandaba que toda la familia se juntase para hacer sa trencada, una cena a base de frutos secos, bunyols (buñuelos) y panellets; en Menorca y Mallorca se envolvían en sábanas para simular que eran fantasmas. Hoy en día pervive la costumbre de regalar rosarios o collares de dulces entre padrinos y ahijados. Castilla y León: La Moragá y Bécquer La primera es una tradición cristiana de origen medieval en la que familia y amigos se reunían en el campo, una vez más, a asar castañas. Hoy en día siguen celebrándose estas reuniones después de ir al cementerio e incluso se acompañan de un licor a base de mosto y aguardiente que se llama La Angélica. En Soria, durante la noche del 31 de octubre, se recrea la leyenda de El Monte de las Ánimas escrita por Gustavo Adolfo Bécquer, una de las historias de terror más conocidas de nuestro país. Personajes como monjes templarios o esqueletos se reúnen en las calles sorianas bajo la luz de las antorchas para llegar al Puente de Piedra. Allí se enciende una hoguera y se lee el relato. Castilla La Mancha: Holywins Aunque tradicionalmente la víspera de Todos los Santos se solía prender una gran hoguera en los pueblos para protegerlos contra la Estantigua, una procesión de muertos vivientes, actualmente se celebra el Holywins. Se trata de una fiesta católica en la que participan niños disfrazados de ángeles, santos o sacerdotes que se lleva a cabo en Toledo, Talavera de la Reina y Madridejos. Comunidad de Madrid: Don Juan Tenorio La representación del clásico de José Zorrilla en Alcalá de Henares es otra de las tradiciones que aúnan literatura y rito. Cada noche del 31 de octubre miles de personas se agolpan en la Huerta del Palacio Arzobispal para ver la obra al aire libre, que se pone en escena en cinco espacios: el interior de la hostería, la plaza, el convento, la casa de Don Juan y el cementerio. Andalucía: Tosantos, Gachas y Maroween En Cádiz trasladan un pedazo de Carnaval al día de Todos los Santos y nace esta fiesta, donde se disfrazan no solo las personas, sino también los animales o las verduras del mercado. Más de 80 puestos de la plaza de abastos Central y de Virgen del Rosario participan en el concurso recreando escenas cómicas. También hay música y degustaciones. Los vecinos de Begígar, un pueblo de Jaén, salen en la noche de Todos los Santos a la calle con cazuelas llenas de gachas para tapar las cerraduras de las casas y así espantar a los malos espíritus de sus viviendas. Además, en Maro, una localidad situada en Nerja (Málaga) celebran su fiesta de castañas y boniatos asados a la que han bautizado como Maroween. Extremadura: Día de la Chaquetía Mientras los mayores comían gachas o migas, los niños y jóvenes iban pidiendo por las calles de los pueblos castañas, nueces, almendras, higos, granadas, membrillos, manzanas y dulces caseros. Las canciones que empleaban para persuadir a sus ‘víctimas’ eran tales como: "Tía, la chaquetía, los pollos de mi tía, unos cantan y otros pían, y otros piden castañas cocías". Se trata de una fiesta que se mantiene en algunos pueblos. Murcia: El Mercadillo Parecido a lo que ocurre en Alicante, en Murcia la tradición manda darse un paseo por el Mercadillo Tradicional de Todos los Santos, en la plaza de San Pedro. Repostería tradicional para darse un paseo con el paladar y no dejar de probar el típico arrope y calabazate, a base de higos, membrillos, melón y boniatos. Islas Canarias: La Noche de Finaos De nuevo la familia reunida para recordar a los que ya no están. La costumbre mandaba que una de las personas de más edad contase anécdotas de los familiares fallecidos mientras se meriendan dulces y frutas típicas de la época. Con el paso del tiempo se celebran en las calles, donde no falta la música, los espectáculos y las hogueras. También, en algunos pueblos de Gran Canaria, se pueden ver todavía los Ranchos de Ánimas, agrupaciones de gente tocando guitarras, tambores y panderos para pedir dinero que más tarde entregarán en la iglesia con el fin de celebrar misas por los difuntos.

Combarro Pocos pueblos destilan la esencia gallega como lo hace Combarro. Esta localidad de pescadores se encuentra muy cerca de la ciudad pontevedresa y es un destino turístico de primera categoría. Ubicado dentro del municipio de Poio, la Ría de Pontevedra baña esta villa marinera, con sus famosos hórreos en primera línea, reflejando una de las imágenes más maravillosas de las Rías Baixas. Cambados Cambados es un precioso pueblo pontevedrés que se encuentra en el epicentro de las Rías Baixas. Un pueblo costero que te sorprenderá enormemente por su riqueza patrimonial y que le ha valido para ser declarado Conjunto Histórico-Artístico. Un lugar perfecto para desconectar, paseando por su paseo marítimo o visitar su maravilloso casco antiguo. Tui Tui es un precioso pueblo que se encuentra en la frontera entre Pontevedra y Portugal. Dada su ubicación estratégica, siendo lugar de paso del Camino de Santiago portugués, Tui ha conseguido, con el paso del tiempo, ser una localidad con un rico e inigualable patrimonio histórico. Una maravillosa villa medieval que sorprende a propios y extraños. Baiona Dentro de la provincia de Pontevedra, existen muchas zonas para visitar. Algunas de ellas ampliamente conocidas por todos, como las Rías Baixas. Es aquí donde encontramos uno de los pueblos más encantadores de Pontevedra, como es Baiona. Un pueblo de tradición marinera, encerrado en una maravillosa bahía, perfecto para pasar unas vacaciones en familia. Puedes visitar su casco antiguo, declarado conjunto histórico-artístico, visitar su fortaleza o degustar su increíble gastronomía. ¡Os encantará! Agolada Prácticamente en la frontera con la provincia de Lugo, podemos visitar otro de los pueblos más pintorescos de Pontevedra. Una zona de gran historia, con numerosos castros y yacimientos prehistóricos, como las denominadas mámoas, o restos de puentes romanos. También se distingue por sus diferentes iglesias románicas. Pues bien, aquí encontramos un pueblo que destaca y que seguro que te sorprende, como es Agolada. Vilanova de Arousa La costa de Pontevedra da lugar a maravillosos parajes, donde sus pequeñas islas y archipiélagos se entremezclan con sus rías. El paisaje es sencillamente espectacular, algo que podrás comprobar si vistas otro de los pueblos con más encanto de Pontevedra, como es el caso de Vilanova de Arousa. Un pueblo que ha visto nacer a grandes personajes de nuestra historia, como Valle Inclán. Oia La Comarca del Bajo Miño cuenta con algunos de los pueblos más bonitos de Pontevedra, entre los que no puede faltar Oia. Constituido por seis parroquias, la estampa que deja Oia al visitante es realmente impactante, con sus casas pegadas en la costa y su majestuoso monasterio y el Océano Atlántico de fondo. Un lugar que tienes que visitar, al menos, una vez en la vida. Caldas de Reis En el interior de Pontevedra, existen numerosos rincones mágicos. Uno de ellos lo dibuja el río Umia, con diferentes saltos de agua, cascadas y un precioso bosque de Ribera. Un lugar bien conocido también por sus aguas termales, por lo que si quieres relajarte, éste es tu destino perfecto. Este río atraviesa, por si fuera poco, uno de los pueblos con más encanto de la provincia, como es Caldas de Reis. A Guarda A Guarda es uno de los últimos pueblos costeros de Pontevedra, antes de llegar a Portugal, en la desembocadura del río Miño. Esta zona es perfecta para unas vacaciones, provista de numerosos humedales y playas, así como lugares con una gran historia, como el yacimiento del Castro de Santa Trega o el Castillo de Santa Cruz. Barro Barro es uno de esos pueblos de Pontevedra que no son conocidos por la mayoría de los turistas. Posiblemente, sea por no estar en la costa, pero no cabe duda de que tiene una belleza incalculable. El entorno natural de Barro así lo atestigua, destacando el Parque de la Naturaleza del Río Barosa, constituido por numerosas cascadas de formas inverosímiles y antiguos molinos. Mondariz La provincia de Pontevedra es ampliamente conocida por la calidad de sus aguas termales. En este sentido, uno de los lugares más conocidos es Mondariz, donde las aguas del río Tea contienen unas propiedades sanadoras ya conocidas por los romanos. De hecho, uno de sus mayores atractivos es precisamente su villa termal. Catoira En la unión del río Ulloa y la ría de Arousa, podemos encontrar uno de los pueblos con más encanto de Pontevedra. Junto con sus playas fluviales y sus marismas, el pueblo del que os vamos a hablar es bien conocido por hospedar una de las fiestas populares más espectaculares de toda España. Como no podía ser de otra manera, hablamos de Catoira y su romería vikinga, en la cual se conmemora la llegada de los vikingos a la costa gallega hace mil años, en una lucha encarnizada con los campesinos que defendían sus tierras. Cerdedo En los límites con la provincia de Ourense, en la Comarca de Tabeirós-Tierra de Montes, podemos encontrar pequeñas aldeas de gran belleza en un paisaje único. Así, en el sur de la comarca, entre montes y valles de singular belleza, podemos encontrar pequeños núcleos rurales de una singular belleza, que se aglutinan en Cerdedo. Desde 2016, el propio municipio se ha fusionado con Cotobade. Sanxenxo Con todo merecimiento, Sanxenxo se ha convertido en uno de los pueblos más turísticos de la provincia de Pontevedra. Rodeado de múltiples playas, junto a la Ría de Pontevedra, es un lugar perfecto para ir a disfrutar de unos días en familia y poder degustar la exquisita gastronomía de la zona. Además, en su entorno cuentas con uno de los lugares más espectaculares de la comunidad gallega, como es el Parque Nacional Marítimo-Terrestre de las Islas Atlánticas. A Estrada Hay pueblos que no necesitan de una larga historia para mostrar todo su encanto y, en el interior de la provincia de Pontevedra, podemos encontrar una localidad muy distinta, como es la villa de A Estrada. A diferencia de otras localidades, el mayor esplendor patrimonial se debió a su nombramiento como villa, ya pasada la mitad del siglo XIX.

Vilanova dos Infantes Vilanovados Infantes es un pequeño pueblo perteneciente a la localidad de Celanova, el oeste de la provincia de Ourense. Se trata de una pequeña villa medieval que ha sabido conservar su trazado original. Seguro que, al pasear por sus calles, todavía notas ese ambiente medieval que desprende. Por sus calles, podremos conocer algunas edificaciones en piedra realmente asombrosas, además de un buen conglomerado de hórreos. Ribadavia Ribadavia tiene mucho que ofrecer al turista. Si lo que te gusta es conocer un pueblo lleno de historia, seguro que te convencerá, puesto que llegó a ser sede del Reino de Galicia. Si, por otro lado, te gustan actividades como el enoturismo, ¡también es tu destino! Todo su entorno queda delimitado por viñedos y viñedos de vino Ribeiro. ¡Pero aún hay más! Si te gustan las actividades acuáticas, está al lado del Parque Náutico de Castrelo de Miño. Ribadavia es un precioso pueblo en el que no te aburrirás, ¡asegurado! Pazos de Arenteiro Ourense está repleto de numerosos pueblos con encanto. Algunos de ellos, además, son desconocidos por la gran mayoría. Totalmente aislado, rodeado de viñedos y en las confluencias de los ríos Arenteiro y Avia, surge una pequeña población que te maravillará. Se trata de Pazos de Arenteiro, una localidad de apenas 100 habitantes que te conquistará. Allariz No cabe ninguna duda de que Allariz es uno de los pueblos con más encanto de Ourense. La localidad sorprende al viajero con su espectacular ubicación, en la ribera del río Arnoia, donde sus aguas realizan diferentes saltos. Declarado como Conjunto Histórico-Histórico hace más de 40 años, esta villa medieval se ha visto envuelta en numerosas leyendas, como la del Hombre Lobo, y ha hospedado a diferentes reyes, como Alfonso X El Sabio. Todo ello, le confiere todavía un mayor atractivo, ¿no creéis? Bóboras Nos dirigimos hasta la comarca de Carballino, para conocer uno de los pueblos con más encanto de Ourense: Bóboras. Este municipio se compone de numerosas parroquias, como Pazos de Arenteiro, repletas de un gran patrimonio histórico y cultural. Esta localidad destaca por sus puentes medievales y sus fantásticas rutas de senderismo que nos ayudan a recorrer todos sus lugares de interés. Montederramo Otro de los pueblos con más encanto en Ourense es Montederramo. Bañado por la aguas del Río Mao y rodeado de un frondoso bosque de abedules, podemos encontrar esta bella localidad creada en torno a su comunidad monástica, a principios del siglo XII. Una localidad pequeña, rodeada de un paraje natural envidiable, que os recomendamos visitar, sí o sí. Celanova Celanova es una antigua villa, la cual durante la Alta Edad Media  gozó de una gran importancia y así lo podemos comprobar en sus numerosos monumentos. Debido a su conjunto histórico de gran valor arquitectónico, Celanova es sin duda uno de los pueblos con más encanto de Ourense. Si quieres hacer un viaje por distintas épocas de nuestro pasado cultural y artístico, no dudes en visitar Celanova. Castro Caldelas La Ribeira Sacra se caracteriza por sus espectaculares paisajes, ¡pero también por sus encantadores pueblos! Uno de estos maravillosos pueblos que os recomendamos visitar es Castro Caldelas, una antigua villa medieval que destaca por sus calles empedradas y estrechas, además de sus casas con tejado de pizarra y galerías blancas y luminosas. Una localidad preciosa que te sorprenderá. Parada de Sil Parada de Sil es sin duda otro de los municipios con más encanto de Ourense y no es de extrañar. A pesar de ser un pueblo pequeño en población, no lo es en cuanto a patrimonio. Dentro de este municipio podrás disfrutar de la historia y la cultura de esta tierra, así como realizar rutas de senderismo para descubrir parajes naturales como el Cañon de Sil. As Ermidas Hay diferentes pueblos de Ourense de pequeñas dimensiones y que, del mismo modo, son espectaculares. Localidades que se encuentran enclavadas en un paraje impresionante, como es el caso de As Ermidas, una pequeña parroquia de O Bolo. En una colina, rodeada de viñedos y en un meandro del Río Ribei, aparece este precioso pueblo que, ya a lo lejos, te dejará con la boca abierta. Entrimo Entrimo es una preciosa localidad que se encuentra junto a la frontera de Ourense con Portugal. De hecho, se encuentra a los pies de la frontera natural que dibuja la reserva de la Biosfera Transfronteriza Gerés-Xurés. Por eso, es un lugar perfecto para los amantes de la naturaleza, pudiendo ver todo su magnífico entrono desde el Mirador de Pedreriño. Lobios Lobios es otro de esos pueblos con encanto de Ourense, compuesto por pequeñas parroquias que lo convierten en un destino turístico ideal. Esta localidad dispone de una amplia oferta de actividades como rutas de senderismo, deportes de aventura y una gran numero de miradores desde los que disfrutar del precioso paraje natural en el que se encuentra. O Carballiño A diferencia de otros pueblos de Ourense que estamos viendo, O Carballiño no se basa en su asentamiento medieval, su historia es mucho más reciente. Su esplendor e importancia se debe a la organización de ferias gastronómicas. Por eso, O Carballiño es una localidad muy interesante para el turista, sobre todo si quiere degustar lo mejor de la gastronomía gallega, ¡y eso es decir mucho! Verín En el suroeste de la provincia de Ourense, podemos encontrar otra localidad de gran belleza: Verín. Una localidad que se encuentra en un entorno único, como es la reserva natural del Río Támega, en un valle caracterizado por su zona vitivinícola y de aguas manantiales. Aquí, es donde se encuentra Verín, un municipio con un legado patrimonial e histórico, digno de una y más visitas. Baños de Molgas Baños de Molgas es una de las localidades favoritas por el turismo, sobre todo para aquellos que quieren combinar el turismo rural con el turismo de relax. El buen estado de conservación en el que se encuentra esta villa, es uno de los motivos por los que es una localidad con un encanto especial. No dudéis en recorrer su casco histórico y relajarte en las aguas su afamado balneario termal.

Lugo capital El primer lugar imprescindible de la provincia es la ciudad de Lugo, de origen romano que fue fundada en el año 25 a. C. por Paulo Fabio Máximo y es la más antigua de toda Galicia. En esta hermosa ciudad histórica hay varios lugares muy interesantes que os recomendamos visitar como es la Catedral de Santa María, dar un paseo por la muralla romana Patrimonio de la Humanidad, conocer la Iglesia de San Pedro, el Museo Provincial, ver la fachada del ayuntamiento del siglo XVIII, caminar por sus antiguas calles y conocer sus parques. Os Ancares La comarca de Os Ancares está situada entre las provincias de Lugo y León y para nosotros fue toda una inspiración para los sentidos. En nuestra travesía por los Ancares pudimos disfrutar de la naturaleza y conocer algunos de sus pequeños pueblos. La historia de estas tierras se remonta muchos siglos atrás, fue habitada por las tribus celtas que se refugiaron en las montañas huyendo de las legiones romanas. Os recomendamos sin duda conocer estos parajes naturales. O Cebreiro O Cebreiro para nosotros uno de los pueblos más bonitos de Galicia, es una pequeña aldea formada por viviendas antiguas típicas de la zona. En O Cebreiro os recomendamos recorrer sus calles, disfrutar de las vistas dela naturaleza y visitar su iglesia prerrománica, la más antigua de la ruta jacobea de Santiago. Souto da Retorta Otro de los lugares naturales para conocer en la provincia de Lugo es el Souto da Retorta, también conocido como eucaliptal de Chavín, ubicado cerca de la villa de Viveiro. Este bosque cuenta con una gran cantidad de árboles de Eucalipto con muchos años de antigüedad. Y es aquí donde podréis conocer el árbol más alto de toda España que es conocido como “Avó” el abuelo, plantado hacia 1880 y mide más de 67 m de altura y 10,5 m de perímetro. Actualmente el Souto da Retouta está Declarado Monumento Natural. Piornedo Otro de los pueblos imprescindibles para visitar en la provincia de Lugo. Piornedo es una pequeña aldea prerromana y para nosotros la más bonita de Os Ancares situado a 1.300 metros de altitud. El pueblo está lleno de pallozas y hórreos y además cuenta con la palloza-museo Casa do Sesto que fue habitada hasta 1970. Os recomendamos visitarla puesto que podréis conocer la vida tradicional de estos pueblos de hace un siglo además de ver los  muebles y utensilios de diferentes épocas utilizados por sus habitantes. Mirador de San Roque (Viveiro) Otro de los rincones que tenéis que conocer es el mirador de San Roque. Recibe su nombre por la ermita ubicada en el mirador que data del siglo XVI. Para llegar hasta el mirador se puede hacer sin ningún problema con coche. Las vistas desde lo alto son increíbles. Estaréis a poco más de 350 metros de altura veréis  un paisaje asombroso  que seguro querréis fotografiar. Playa das Catedrais La playa de las Catedrales está situada en la costa de la provincia de Lugo entre Foz y Ribadeo. Su nombre proviene por el conjunto de acantilados que han sido esculpidos por el viento y el mar, algunos con más de 32 metros de altura. Sus formas curiosas con arcos y bóvedas espectaculares convierten el paisaje en todo un monumento natural que tenéis que conocer. Os recomendamos visitar las Playas das Catedrais a primera hora de la mañana. Es cuando la marea está baja y no hay mucha gente. Actualmente en verano tiene un cupo limitado de visitantes. Portomarín Continuamos con nuestra lista de lugares imprescindibles que ver y visitar en Lugo provincia. Llegamos al pequeño pueblo de Portomarín que tiene una historia que le precede. La curiosidad de este pueblo es que tuvo que trasladarse al vecino Monte do Cristo cuando se construyó el embalse de Belesar. Y esto hizo que se tengan que reconstruir algunos de los edificios más importantes, tanto civiles como religiosos del pueblo. Nosotros os recomendamos ver sus dos monumentos más importantes la escalinata y capilla de las nieves y la iglesia de San Juan y San Nicolas. Basílica San Martín de Mondoñedo (Foz) La Basílica de San Martín de Mondoñedo se encuentra en el municipio de Foz y lo más enigmático de esta basílica es que es la catedral más antigua de toda España. En el siglo IX fue sede de dos obispados del reino de Galicia y desde el año 1931 está catalogada como Bien de Interés Cultural. El edificio actual de la catedral es románico de finales del siglo XI y los contrafuertes son del siglo XVIII. Os recomendamos tocar sus piedras escomo retroceder en el tiempo. Faro de Illa Pancha La Isla Pancha mide tan solo 1,1 hectáreas escarpada y de cima llana. Visitarla es toda una curiosidad, se presenta imponente mirando hacia el infinito del mar ofrece un paisaje curioso y contemplativo. La pequeña isla es pequeña y silenciosa. En la isla se encuentra un faro construido en 1857 el símbolo dela Illa Pancha.

Recorre su paseo marítimo El Paseo Marítimo de A Coruña abarca unos 14km y te llevará por playas y acantilados. Desde el Castillo de San Antón (donde se encuentra el Museo Arqueológico e Histórico de la ciudad), por el puerto, hasta lugares como el Parque Escultórico de la Torre de Hércules. Te llamarán la atención sus llamativas farolas, famosas por su intenso color rojo y sus cuatro esmaltes, que hacen alusión a diferentes momentos históricos de la ciudad. Vive la plaza María Pita Esta plaza es el corazón de la ciudad. En ella se encuentra el Palacio Municipal y el monumento en honor a María Pita, heroína de la ciudad y protagonista indiscutible. Se trata de un lugar de encuentro y de visita obligada para turistas. Sus terrazas te aseguran el ambiente, y si estás buscando un lugar bueno y barato donde ponerte las botas, te recomendamos Arallo Taberna o La Penela. Ambos se encuentran en la propia plaza y del primero ya te hablamos en nuestro artículo sobre 15 restaurantes top en A Coruña. En el segundo… el pulpo está delicioso y, como curiosidad: ¡tienen la famosa tortilla de Betanzos! Descubre la Torre de Hércules A lo largo del paseo marítimo, encontrarás este imprescindible en tu visita a Coruña. Esta torre y faro situada sobre una colina, tiene el privilegio de tratarse del único faro romano y el más antiguo en funcionamiento del mundo. Se trata de un lugar mágico con unas vistas espectaculares y en 2009 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Pasea por el Parque Escultórico Junto a la Torre de Hércules encontraras este museo al aire libre, donde el mar no deja de ser protagonista y donde se pueden contemplar más de 15 obras de artistas del siglo XX: Puertas, Menhires (una de nuestras favoritas), Hércules en la nave de los argonautas, La copa del sol, Caracola, Caronte, Breogán, Guardianes, Ara solis, Rosa de los vientos, Menhir pentacefalico, Ártabros, Combate entre Hércules y Gerion, Guitarra y Monumento a los fusilados en la guerra. Pasear por este parque es un auténtico placer. No te dejará indiferente. Conoce La Ciudad Vieja La Ciudad Vieja es el Casco Antiguo de A Coruña, y no es uno de los más grandes pero en él encontramos calles con encanto que nos invitan a pasear, ir de compras, y por supuesto a tapear, vinear y cañear. La Rua Real recorre el centro histórico y está llena de vida. Allí encontrarás tiendas y todo lo que puedas necesitar, así como actuaciones en directo que logran que esta zona tenga aún más encanto. Para el tapeo y el ‘vineo’ recomendamos las calles Franja, Galera y Estrella. Repletas de bares donde se te hará la boca agua y donde podrás hidratarte después de un día recorriendo la ciudad. Degusta A Coruña Es que no falla: ¿Alguna vez alguien te ha contado su estancia en A Coruña sin hacer referencia a la comida? A Coruña hay que saborearla, porque está deliciosa. El buen hacer de los fogones locales, la calidad de la materia prima, los productos del mar como protagonistas, sus platos típicos y costumbres… Aquí te dejamos nuestro top 15 de restaurantes donde comer bueno bonito y barato, y también nuestras recomendaciones para comer el mejor pulpo de la ciudad. ¡Disfrútalo! Disfruta la playa de Riazor La playa de Riazor, con su característica forma de concha, está enmarcada por el paseo marítimo de la ciudad. Situada en la Ensenada del Orzán, cuenta con la Bandera Azul, distinción otorgada a las playas con mejores instalaciones y condiciones ambientales. Y no es para menos: nos encanta pasearla en invierno y disfrutarla al máximo en verano. Incluida en nuestro top 5 de playas increíbles en Galicia, no podemos dejar de recomendarla. Para los amantes del surf y de los  deportes acuáticos… es un auténtico regalo. Sé un local más en el Mercado de la Plaza Lugo En la costa gallega no fallan los mariscos y pescados. Si te gustan los percebes, mejillones, almejas y demás mariscos, y además ansías conocer la Coruña más auténtica, no puedes perderte este mercado con variedad y calidad como protagonistas. Consta de tres plantas: en la primera encontrarás el pescado y el marisco, en la segunda la carne y en la tercera frutas y verduras, flores y especias. Como curiosidad para los amantes de la comida asiática, en el puesto número 35 de la primera planta, encontraras “Kaori Sushi Galego”, sushi fresco elaborado con productos gallegos. Pasea hasta el Puerto de A Coruña El puerto de A Coruña es uno de sus lugares más característicos, y no es para menos. Se trata de una ciudad pesquera con gran tradición y la estampa del puerto con los barcos es un imprescindible que no deberías perderte. Al llegar al puerto, en el paseo marítimo, verás El Casino, así como los famosos edificios acristalados en la zona de La Marina, un icono de la ciudad. Enamórate de las vistas: A Coruña desde las alturas Te recomendamos ir al Monte San Pedro, que se ha convertido en un gran atractivo turístico. Cuenta con un ascensor exterior, con zonas verdes, cañones y un divertido laberinto. Pero lo mejor… las vistas desde arriba de la ciudad y alrededores, incluyendo las islas Sisargas. No te lo pierdas al atardecer. Si tienes tiempo y quieres disfrutar de otras vistas espectaculares, te recomendamos ir a La Tasca A Toquera (Xubias de Abaixo, 29), con unas vistas espectaculares a la ría y a Santa Cristina desde su terraza. Tómate una cerveza mientras se te queda cara de bobo con el espectáculo.

Parque Nacional de Monfragüe Monfragüe es uno de ellos. 17.000 hectáreas de terreno surcado por el cauce de dos ríos, el Tajo y el Tiétar, y hogar de grandes aves como el águila imperial, el buitre leonado o el buitre negro. Este paraíso natural es ideal para visitarlo en coche o a pie a través de sus caminos. Ya sea en un sólo día o en varios, mi recomendación es acudir previamente Centro de Recepción de Villareal de San Carlos. Allí te informarán de todas las posibilidades y cuáles son los mejores miradores según el tiempo disponible. Trujillo Imposible olvidarme de uno de los pueblos más bonitos de Cáceres. Y más aún cuando tengo una deuda pendiente con él. He de volver. ¿Cuándo?. Cáceres siempre reclama su cuota de atención. Seguro que no tardaré. Mientras tanto, sólo puedo deciros que Trujillo es una villa monumental que impresiona. Pequeña e imponente a la vez. Desde la Plaza Mayor, una de las más bonitas de la provincia, hasta su esbelto castillo. Un centro histórico señorial por el que callejear sin rumbo se convierte en una obligación. Plasencia Plasencia es pura elegancia, son historias de reyes y traiciones, son caminos empedrados y monumentos que pugnan por alzarse con el trofeo del más bello. De hecho, esta ciudad está considerada como la capital del norte extremeño. Así que la debes incluir como un punto imprescindible que ver cerca de Cáceres. Un buen recorrido por el casco antiguo de Plasencia debería empezar en la Plaza Mayor. De ahí toca perderse por las callejuelas en busca de las dos catedrales. Y es que a falta de una, tenemos dos: la Catedral Nueva y la Catedral Vieja. La visita continúa entre palacios y lugares con encanto para salir el encuentro de las murallas. Comarca de la Vera Una comarca que a veces pasa inadvertida entre sus vecinas, pero llena de atractivos culturales y naturales. Especialmente si hablamos de pueblos con encanto. La lista es larga. Pero, para una excursión desde Cáceres de un día, merece la pena recorrer las callejuelas de Garganta la Olla, Jaraíz de La Vera, Cuacos de Yuste y Pasarón de La Vera. En este caso, cambiamos la pizarra y el barro por adobe y entramados de madera. Valle del Jerte El destino ha querido que ya sean tres las ocasiones que he tenido la suerte de visitar uno de los valles más famosos de España. Famoso por los cerezos en flor. Pero el Valle del Jerte es mucho más. Muchísimo más. Una depresión frondosa donde el curso de los ríos ha excavado gargantas, piscinas naturales y creado bellísimos saltos de agua. Sierra de Gata Probablemente, uno de los puntos más desconocidos del norte de Cáceres. La Sierra de Gata hace frontera con la provincia de Salamanca al norte y Portugal al oeste. En la actualidad está luchando por hacerse un hueco en el panorama del turismo rural cacereño. Una lucha que ha de ganar porque lo tiene casi todo. Pueblos en los que parece que el tiempo se detiene y paisajes bucólicos donde el agua y los valles toman su cuota de protagonismo. Las Hurdes Leyendas, habladurías y un pasado que nada tiene que ver con lo que ofrece en la actualidad. Las Hurdes son pura magia. Un territorio surcado por el murmullo de ríos y arroyos, y donde la arquitectura tradicional convive en perfecta armonía con su entorno. Un espectáculo de la naturaleza en una comarca encajonada entre montes verdes y frondosos.

Hondarribia Uno de los pueblos de Gipuzkoa con más encanto está situado en la frontera con Francia, colindando con el pueblo de Hendaya (el primer pueblo del País Vasco Francés). Visitar Hondarribia es todo un placer para nuestros sentidos, sus murallas, el barrio de la marina, el faro y las laderas del monte Jaizkibel son alguno de sus encantos más destacables. Nuestro artículo sobre Hondarribia es de lectura obligatoria antes de visitar este maravilloso pueblo gipuzkoano. Zumaia, Deba y Mutriku Englobamos estos tres pueblos de Gipuzkoa por el valor natural que comparten y es que, además de tener por separado cierto encanto, Geoparkea (el geoparque de la costa vasca) concede un valor añadido a esa zona costera, sin duda uno de los lugares más visitados de nuestra costa. Los acantilados, el «zigzag» de las carreteras que unen los 3 municipios, la gastronomía, las playas y la historia hacen que el Geoparkea enamore a cada paso. Orio y Getaria Los pueblos del buen comer, la mayoría de restaurantes especializados en pescado más laureados de la costa vasca se encuentran en alguna de estas dos localidades. La parrilla, el instrumento más buscado entre los visitantes, es el secreto de los mejores platos de estos dos pueblos de Gipuzkoa. Orio y Getaria, comparten muchos más que su gastronomía, su amor por el mar y cultura añaden un «plus» al encanto de estas dos localidades. Zarautz Uno de los pueblos de Gipuzkoa por excelencia y la casa de uno de nuestros mejores representantes, Karlos Arguiñano. La playa de Zarautz, recuerda con añoro los años en los que la nobleza de todo Europa recorría su orilla, y es que, durante el siglo XIX la alta burguesía acostumbraba a disfrutar de sus vacaciones estivales en esta localidad gipuzkoana. Pasaia El puerto de los balleneros vascos, el pueblo bañado por el mar, un lugar, en el que encontrar la paz mientras ves pasar las traineras (embarcaciones de remo) entrenando es posible. En Pasaia encontramos Albaola, uno de los museos más increíbles de nuestra costa, y es que, para nosotros, Albaola no es un museo, es un lugar donde los vascos seguimos haciendo historia, un lugar donde se refleja nuestro carácter, nuestra cultura, nuestra forma de ser. Astigarraga Su encanto radica en la sidra vasca, y es que, Astigarraga es la capital de la sidra vasca. Un pueblo originario de la Edad Media que hoy en día es famoso por los gritos de ¡Txotx! (Palabra que indica la apertura de una barrica de sidra) que podemos oír en sus sagardotegis (sidrerías vascas).

Alburquerque Enclavado en la Sierra de San Pedro, muy próximo a la frontera con Portugal, se encuentra Alburquerque. Una localidad preciosa, repleta de casas blancas y estrechas calles en las que perderse. Alburquerque es un lugar con una gran historia por descubrir. Por eso, un paseo por su casco antiguo y una visita a su amplio catálogo de monumentos, es lo más recomendable si quieres conocer uno de los pueblos con encanto de Badajoz. Fregenal de la Sierra Nos dirigimos hasta el espectacular paraje natural de Sierra Morena, para visitar otro de los pueblos con encanto de Badajoz. Fregenal de la Sierra es una preciosa villa de casitas blancas, las cuales destacan por su buen estado de conservación. Con un simple recorrido por sus calles podrás ser testigo del inmenso patrimonio, tanto civil como religioso, que Fregenal de la Sierra posee. Azuaga Azuaga es el destino ideal para aquellos que quieran disfrutar del entorno natural, ya que se encuentra muy próximo al espacio ZEPA del alto Guadiano. Pero además, posee un patrimonio monumental envidiable. Por eso, es la opción perfecta para una escapada de turismo rural. Sus peculiares casas hidalgas y su barrio mudéjar, son algunos de los motivos por los que es uno de los pueblos con encanto de Badajoz que debes conocer. Alconchel Dentro de la comarca de Olivenza, se encuentra un pequeño municipio con muchos rincones con encanto por descubrir. Alconchel es un precioso pueblo blanco, en el que podemos encontrar algunas joyas arquitectónicas de distintas épocas. Un lugar ideal donde disfrutar del agroturismo y de la naturaleza, además de disfrutar de todo su patrimonio. Burguillos del Cerro Nos dirigimos hasta la comarca de Burguillos del Cerro, para descubrir uno de los pueblos con más encanto de Badajoz. Si por algo destaca Burguillos del Cerro es por su Castillo. Desde este podemos disfrutar de una vista panorámica de la localidad y de sus preciosas calles blancas. La historia de Burguillos del Cerro y de su Castillo está marcada por la fuerte presencia de los caballeros templarios, pero tendrás que visitarlo para conocer todo su pasado. Feria Visitamos una de las localidades con más historia de la provincia de Badajoz, Feria. Su ubicación estratégica le convirtió en uno de los lugares favoritos para los distintos asentamientos, de los cuales hoy podemos visitar un legado histórico de numerosas épocas. Además de esto, Feria puede presumir de estar rodeada de un paraje natural espectacular. No nos cabe la menor duda de que estamos ante uno de los pueblos con encanto de Badajoz. Zafra A pesar de que Zafra cuente con el titulo de ciudad, no podía faltar en este listado ya que es uno de los lugares con más encanto de todo Badajoz. Hablamos de una localidad en la que se respira historia y cultura. Zafra fue un punto clave durante la época musulmana, debido a su estratégica localización. Una vez nos adentramos en sus blancas calles repletas de arquitectura mudéjar, podemos apreciar todas sus épocas de esplendor en primera persona. Jerez de los Caballeros Seguro que si decides visitar Jerez de los Caballeros, te quedarás impactado nada más llegar. Y es que, la belleza de esta localidad es apreciable a simple vista. Una estampa de postal, creada por un conjunto de monumentos situados en lo alto del municipio. En Jerez de los Caballeros es como si no hubiera pasado el tiempo, lo cual puedes comprobar paseando por su casco histórico. Ribera del Fresno Otro de los municipios del que os queremos hablar, es Ribera del Fresno. Se trata de una localidad que lo tiene todo, siendo la unión perfecta de un entorno natural excepcional y un rico patrimonio histórico. Su oferta turística es completísima, ya que cuenta un gran número de rutas que permiten descubrir este municipio. Sus preciosas calles de casas de cal blanca y fachadas blasonadas, te enamorarán. Olivenza Situado junto a la frontera con Portugal, encontramos otro de los pueblos con encanto de Badajoz. Si algo está claro, es que Olivenza debe todo su esplendor a su estratégica localización fronteriza. Una de las consecuencias de esto, es la mezcla de culturas que se puede apreciar en sus monumentos más históricos. Olivenza nos invita a recorrer su blanco centro histórico de trazado medieval. ¡Vamos a conocerlo! Fuente del Maestre Visitamos una preciosa villa medieval, situada en un paso estratégico en la zona central de Badajoz.  A esto debe su gran herencia patrimonial, compuesta de multitud de casas señoriales y palacios. Fuente del Maestre es sin duda uno de los pueblos con más encanto de Badajoz. Hoy en día, se conserva la mayor parte de este patrimonio que os recomendamos conocer con un tranquilo paseo por su casco histórico. Segura de León Segura de León es un precioso pueblo con encanto en Badajoz, que podemos encontrar en la comarca de Tentudía. Su entramado urbano nos invita a pasear y recorrer sus callejuelas empinadas hasta descubrir todos sus monumentos. Además, ofrece un gran número de servicios de ocio que harán de tu visita una experiencia inolvidable. Sin duda, Segura de León y su conjunto histórico llamarán tu atención. Llerena Llerena recibe numerosos halagos, como el hecho de estar considerada una pequeña Atenas en Extremadura. Esto se debe principalmente al esplendor artístico que vivió durante los siglos XV y XVII. En la actualidad, esto se puede ver en algunos de sus edificios históricos de diversos estilos arquitectónicos. Anímate a visitar Llerena y conocer los lugares que os proponemos. Magacela Magacela no podía faltar en este listado, debido principalmente a como sus construcciones se adaptan a su compleja orografía. Este municipio se extiende en las faldas de La Serena, donde sus casas conforman un entramado de callejuelas empinadas y culminan en una fortaleza. Perderse en este laberinto de calles es todo un placer para aquellos que quieran conocer los distintos monumentos históricos de Magacela. Medellín Medellín es uno de esos lugares donde la historia es uno de los protagonistas y uno de los reclamos turísticos. Situado en la comarca de las Vegas Altas del Río Guadiana, esta localidad de fundación romana nos ofrece un importante patrimonio monumental.  Esto se debe principalmente a que fue un asentamiento romano importante que unía la Vía de Plata con grandes urbes.